Si como yo eres una persona que ama la joyería, sabes que adquirir piezas destacadas es una decisión que requiere tiempo y precisión, no sólo en el precio o la selección de cada compra, sino en los detalles de conocer la experiencia de sus fabricantes y la historia que cuenta cada marca y cada una de las piezas en sus catálogos. En este caso, te contamos qué es el cristal Swarovski y un poco de su historia.
Qué es Swarovski
Esta marca es parte del grupo Swarovski, legalmente ubicado en Liechtenstein. Lleva el nombre de su creador, Daniel Swarovski y se ha vuelto ya un imprescindible no sólo en el mundo de la joyería, sino en el de la moda y el diseño, estando presente también en la industria del entretenimiento. Desde hace más de 85 años, la empresa ha intervenido en producciones diversas de Hollywood: en sets de filmación como Downtown Abbey y en eventos de prestigio internacional como los Óscares. También ha trabajado en proyectos de Disney, específicamente en La Cenicienta (2015), fabricando la famosa zapatilla en una versión de elegancia suprema. Además, cerca de 1.7 millones de cristales compusieron los accesorios en cabello, maquillaje, alas y vestidos para la producción de esa película, ¡eso es brillar en serio!
También la marca ha acompañado a distintas artistas reconocidas internacionalmente durante sus giras mundiales, como Britney Spears, Madonna, Jennifer López y Beyoncé. De hecho, la marca se ha dedicado especialmente a producir piezas para las mujeres, por la capacidad de ellas para hacer negocios y estar en sincronía con los valores de la marca, misma que se fundó en 1895 en Austria ¡Cuántos años de experiencia! Desde entonces ha innovado el corte de cristales para la moda, la joyería, los accesorios, la iluminación, hasta la arquitectura y los interiores. Todo ello bajo colaboraciones de alta línea para dar a conocer sus creaciones en distintos espacios.
Bueno, pero realmente qué es el cristal Swarovski
Ahora, de toda esta intensa gama de productos e intervenciones, hay algo que destaca básicamente por ser el eje principal de toda pieza: el cristal. ¿Cuál es el valor principal de este elemento? Ser resultado de un trabajo a mano, lo que significa que la forma que adoptan las piezas finales son reflejo de un trabajo creativo y de precisión, sobre todo en cuanto a talla, tamaño y tono se refiere. Al decir que el proceso es manual, significa que hay un dominio en la técnica artesanal, de la mano de las tendencias y los métodos para refinar y tallar el cristal, como el engaste de cuentas, garra, pavé y bisel.
La composición de este cristal se hace con base en minerales, cuarzo y arena que, con una temperatura elevada, da como resultado un vidrio hecho con óxido de silicio, generando un cristal lo suficientemente duro y refinado, además de estar revestido y tallado por la técnica de Aurora Boreal, para dar el aspecto de arcoiris al mirar la pieza.
Mediante estas técnicas es que Swarovski busca la vanguardia e innovación constante que convierte al cristal no sólo en un accesorio, sino en un estilo en sí mismo. Por ello, sus productos son especialmente creados con calidad Premium, con cristales para todas las necesidades e historias, y con una tradición añeja que respalda el complejo proceso detrás de la fórmula de la marca.
Además, es necesario destacar que el proceso de cada cristal es sumamente cuidadoso, gracias a la atención al detalle que recalca la calidad de cada pieza. Por si fuera poco, los lanzamientos públicos son verdaderos espectáculos que tratan de equiparar la gran vitalidad de sus productos, que pueden usarse de forma cotidiana o en ocasiones especiales: desde anillos, aretes, collares, gargantillas, mancuernillas, pulseras, brazaletes, dijes, relojes, bolsas, hasta accesorios corporativos, de decoración y uñas. ¡Hay una gran versatilidad!
En la actualidad, todo este trabajo se desarrolla en el marco sostenible de producción, cuya tendencia es usar el cristal más responsable con el ambiente y colaborar con terceros para generar prácticas de mayor aprovechamiento.
Historia del cristal Swarovski
Ahora que ya sabes qué es el cristal Swarovski, te contamos cómo surgió y de qué manera ha logrado el éxito y el prestigio actual.
Yendo hacia atrás, en 1891, el creador Daniel Swarovski, bajo la consigna de crear “un diamante accesible para todos”, produjo una máquina que tallaba el cristal con una precisión magistral. De ahí en adelante, esta técnica estaría presente en las salas de jazz, en las firmas de costura en París y en los vestidos de la década de los veinte.
Ya en 1980 se abriría la primera boutique. De hecho, la colección que se estrenó fue la versión decorativa de Navidad, de aparición limitada, que desde su comienzo marcó al mundo de la bisutería y al cristal alrededor del mundo. Desde entonces, su producción ha generado anillos, pulseras, relojes y elementos para uñas; todos infaltables en magnos eventos, sobre todo del mundo del espectáculo. Y no sólo eso, sino que ha trascendido en la creación de un concepto de interiorismo llamado “Crystal Forest”, referido a un espacio arquitectónico fantástico, hecho por puro cristal. ¡Magia total!
Aquí algunos otros ejemplos de colaboraciones importantes que han acompañado el desarrollo de Swarovski a lo largo de su historia:
- Con Christian Dior en 1950, lo que dio como resultado encontrar la técnica del acabado opalescente.
- La aparición de los cristales en la película “Desayuno con diamantes”, dirigida por Blake Edwards y estrenada en 1961.
- La aparición en 1962 de Marilyn Monroe cantándole sensualmente las mañanitas al entonces presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy, portando un vestido cubierto de cristales Swarovski, subastado 37 años después en más de un millón de dólares.
Colecciones y garantía Swarovski
La marca no sólo significa prestigio sino también accesibilidad, por lo que Swarovski cuenta con un programa especial para quienes son aficionados al cristal, llamado “Swarovsksi Crystal Society”, donde podrás gozar de ventajas exclusivas para armar tu colección. Actualmente, la marca divide a sus productos en cinco colecciones: para hombres, Sets, Crystal Dust, Iconic Swan y Remix, donde se incluyen piezas específicas para tu gusto.
También existe una amplia red de distribuidores swarovski que cuentan con precios especiales y, muchas veces, ofrecen mejores ofertas que la casa matriz. A la hora de seleccionar el lugar para comprar productos Swarovski, recuerda verificar si el proveedor o distribuidor cuenta con un seguro de mercancías, pues uno nunca sabe qué puede pasar en el traslado. Para el caso de Swarovski, la marca presenta una política de garantía con duración de dos años, donde se incluye la responsabilidad de la empresa por defectos de fabricación o de los propios materiales, siempre y cuando la compra haya sido realizada directamente con los distribuidores de la marca o los minoristas reconocidos por la misma; es decir, que la pieza sea auténticamente original. Esto no incluye cambios ni devoluciones.
El proceso consiste en que la pieza es revisada para verificar si aplica a reparación. Es necesario contar con el ticket correspondiente a la compra, el código del producto y presentar el mismo sin haberlo usado previamente. Así se evalúa si es posible conseguir las piezas necesarias, si el producto no ha sido utilizado indebidamente y si no se ha intentado reparar con otro distribuidor que no esté incorporado a la marca. Todo esto debe realizarse en la misma sucursal y país de la compra original.
Finalmente, si te decides a adquirir una de sus piezas o ya cuentas con ella, te recomiendo seguir las instrucciones de cuidado para el cristal Swarovski, pues este debe tratarse con el mismo esmero con que ha sido hecho. Recuerda que es un elemento distintivo de la historia del diseño, pues es un material que ha traspasado límites nunca antes vistos.
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